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Jesús, nuestro ejemplo de servicio

Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos. -Marcos 10:45

Jesús enseñó sobre el servicio con sus palabras y, principalmente, a través de su ejemplo. Dio sanidad a muchos leprosos, ciegos, paralíticos, endemoniados y personas con diversas enfermedades, multiplicó la pesca de trabajados pescadores, alimentó a las multitudes, bendijo a los niños, lavó los pies de sus discípulos, hasta que finalmente en la cruz dio su vida por todo el mundo, trayendo esperanza de vida eterna a quienes le aceptan como Salvador. Ya resucitado, y antes de ascender al cielo, les preparó un desayuno a sus amigos y les dejó las últimas instrucciones antes de su partida.

Al avanzar en el año escolar, la invitación es la misma: seguir las pisadas del gran Maestro a través del amor hacia los demás en acciones de servicio. La escritora Elena G. de White señala:

No hay ningún don que Dios haya dado que no tenga utilidad.

Por lo tanto, no te limites y ora a Dios para saber dónde y cómo puedes hacer su obra.

Una lección para los discípulos modernos

Jesús anunció su muerte a sus discípulos más de una vez. Esta muerte significaba el mayor acto de entrega por toda la humanidad; sin embargo, luego de esto se le acercaron Santiago y Juan con esta petición: «Concédenos que en tu gloria nos sentemos uno a la derecha y el otro a la izquierda» (Marcos 10:37). Acto seguido, los demás discípulos se enfadaron con estos dos hermanos. Ante tal situación, Jesús les dijo:

Sabéis que los que son tenidos por gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y sus grandes ejercen sobre ellas potestad. Pero no será así entre vosotros, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos. Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos (Marcos 10:42 al 45).

En la escalera de esta vida, el mundo te invita a subir y posicionarte por sobre los demás y a complacer todos tus deseos egoístas; en cambio, Jesús te invita a seguir el camino opuesto para visibilizar a los necesitados y a los que sufren, para utilizar tus talentos en suplir sus necesidades, para trascender y dejar huella a través del servicio.

Un camino trae satisfacciones pasajeras; el otro, felicidad duradera y una vida con propósito. Además, cuando pones a Dios en primer lugar, él suple todo lo que necesitas (Mateo 6:33).

Que continúes transitando el año escolar haciendo de Jesús tu ejemplo en el servicio.

Marcos Gatica

Psicólogo - Orientación bíblica.

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