
Manejo de conductas impulsivas
“Más vale ser paciente que valiente; más vale el dominio propio que conquistar ciudades” (Proverbios 16:32, Nueva Versión Internacional online).
Las conductas impulsivas se caracterizan por ser de rápida reacción, movidas por la emoción del momento por sobre la razón, con movimientos y fuerza desmedida y se dan de manera inesperada. Cuando esto se traslada a la sala de clases se puede transformar en un gran problema, por la distracción que puede generar en el grupo de estudiantes (cuando alguien grita o hace un ruido molesto) o porque estas conductas pueden afectar en su acción a varios estudiantes, generando discusiones o peleas entre los niños o jóvenes.
A continuación, se exponen estrategias que pueden ser útiles para los profesores, padres y estudiantes, con el fin de que cada uno colabore desde su lugar para enfrentar estos eventos.
Profesores
- El por qué algunos estudiantes reaccionan de manera impulsiva puede ser multifactorial, por eso es mejor no asumir sus comportamientos como algo personal en contra suya o de su clase, sino más bien como un problema que requiere de apoyo para ser manejado.
- La escucha activa, las oportunidades de mejora, las palabras de aliento y el evitar estigmatizar a estos estudiantes son acciones que repercuten favorablemente en la autoestima y en el comportamiento posterior de ellos.
- Identifique al estudiante que presenta conductas impulsivas, asígnele roles y tareas específicas para esa clase y de seguro serán de gran motivación.
- Si tiene que corregir, corrija la falta (acción realizada) y no aluda al estudiante en sí. Es diferente decir “Eres un gritón y porfiado” que decir “Has vuelto a gritar en clases a pesar que te he pedido antes que no lo hagas”.
Padres
- Si las conductas impulsivas de su hijo/a están generando problemas para él o ella y para los demás compañeros es importante trabajar en conjunto con los docentes y el establecimiento. En esta situación debe existir una alianza entre el hogar y la escuela y no buscar culpables.
- Premie el esfuerzo y el buen comportamiento de su hijo/a cada vez que ha puesto de su parte y cada vez que ha hecho alguna acción en favor de otros.
- No genere comparaciones con los demás hermanos o niños de su misma edad, cada persona es diferente y todos enfrentan desafíos en diferentes áreas.
- Pase tiempo con su hijo/a y construya los mejores lazos de confianza y comunicación con él o ella, para que cuando cometa algún error o le cueste hacer algo pueda contar con usted como su ayudador.
Niños y jóvenes
- Si existe algo o alguna situación que te hace reaccionar de manera desmedida, solicita ayuda, acércate a tus padres o profesor más cercano para que otros estén al tanto y puedan ayudarte.
- Utiliza algunas preguntas para prevenir reacciones impulsivas o para reflexionar luego que han ocurrido: ¿Qué hice? ¿Por qué motivo lo hice? ¿Qué consecuencias en mí y en otras personas tuvo esta reacción? ¿Qué otra cosa puedo hacer la próxima vez que me sienta así?
- Recuerda orar siempre a Dios y pedirle su dirección y guía en cada paso que des, en cada dificultad, ante cada situación difícil, no olvides que el dominio propio es fruto de lo que Dios hace en tu vida y de tu esfuerzo por buscarlo a él.
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