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Uso de la tecnología en clases

Uso de la tecnología en clases

A partir del aislamiento social por la pandemia de Covid-19, la tecnología y la educación se han integrado y ya nunca más volverán a separarse. La educación se valió de la tecnología para llegar a los niños y adolescentes que quedaron confinados en sus casas. Los profesores se volcaron al uso de las TICs (tecnologías de la información y la comunicación) para acercar el conocimiento a sus alumnos. De esta manera, la tecnología y la pedagogía comenzaron a convivir de diferentes maneras y, sin duda, tienen implicancias en el aprendizaje de los estudiantes. Por lo tanto, los invito a reflexionar sobre:

  • ¿Cómo estoy integrando la tecnología al proceso de enseñanza aprendizaje?
  • ¿Hay una manera correcta de realizar la integración entre tecnología y pedagogía?
  • ¿Para qué es importante una integración entre lo digital y el aprendizaje?

Para dar respuesta a estos interrogantes les presento un modelo de integración de las tecnologías digitales en la educación llamado SAMR (Sustitución, Aumento, Modificación y Redefinición). Este modelo fue propuesto por Rubén Puente (2006) y consiste en un conjunto jerárquico de 4 niveles que permite evaluar la forma en que las tecnologías son usadas por los docentes y estudiantes en las clases. El SAMR se basa en dos capas y cuatro niveles:

Mejora:

  1. Sustitución: La tecnología actúa como un reemplazo directo de la herramienta, pero la lección no tiene un cambio funcional. Ej: Un docente indica usar Google Earth para localizar un lugar, reemplazando el uso de un mapa o atlas.
  2. Ampliación: La tecnología actúa como un substituto directo de la herramienta, y hay algunas mejoras funcionales de la lección. Ej: El docente indica el uso de Google Earth para medir la distancia entre dos lugares en un mapa, en lugar de usar escalas.

Transformación:

  1. Redefinición: La tecnología en el aula permite la creación de nuevas perspectivas que serían inconcebibles sin la tecnología. Ej: Se planifica un trabajo con Google Earth para crear visitas guiadas narradas de una ubicación, que pueden compartir con otros estudiantes de otras latitudes.
  2. Modificación: La tecnología permite un rediseño significativo del objetivo propuesto para la lección. Ej: Se propone a la clase usar las capas de Google Earth para buscar ubicaciones en un mapa.

En 2013, Kathy Schrock asoció la taxonomía de Bloom con el modelo SAMR. De esta manera, podemos considerar que la primera capa (Mejora) correspondería a los primeros 3 procesos cognitivos, considerados pensamientos de orden inferior y la segunda capa (Transformación) favorece el pensamiento de orden superior.

La taxonomía de Bloom con el modelo SAMR

*Extraído de The Flipped Classroom

Sin duda, la tecnología ayuda al desarrollo de pensadores críticos. Debemos educar a nuestros estudiantes para que puedan ser consumidores conscientes y responsables de las TICs. La educación debe enseñar tecnología como una herramienta al servicio del ser humano, de modo que sepa cómo, cuándo, para qué y por qué utilizarla. Por eso, es importante que se propicie un progreso en la integración de las TICs y la pedagogía, permitiendo al estudiante analizar, evaluar y crear aprendizajes para el siglo XXI.

La educación en cuarentena se vio obligada a integrarse aún más con las TICs, pero ¿en qué nivel de integración se encuentra? Lo importante es saber dónde estamos y cuál es nuestra misión.

“La obra de la verdadera educación consiste en desarrollar esta facultad, en educar a los jóvenes para que sean pensadores, y no meros reflectores de los pensamientos de otros hombres”. Elena de White, La educación, p. 13. Leer cita online en su contexto.

Bibliografía
Adriana Morales

Investigadora del Programa Adventista de Evaluación Educativa.

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