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Claridad del profesor

Por Adriana Morales, investigadora en Ciencias de la Educación – PAEE.

“Las lecciones que aprendéis de la Palabra, debéis presentarlas a sus mentes juveniles con tal claridad, que no puedan dejar de comprenderlas.” Elena de White.

Hattie y Zierer, en el libro 10 princípios para a aprendizagem visível, presentan una interesante pregunta:  Cuando piensas en los buenos profesores que has tenido en tu vida, ¿qué recuerdas de ellos? Probablemente no recuerdes los contenidos que te enseñaron sino su manera de relacionarse, de abordar las dificultades y su pasión por el aprendizaje.

Según estos autores, uno de los principios que caracterizan al profesor que mayor impacto tiene en un aprendizaje significativo es la claridad.

La claridad del maestro está relacionada con su organización, su explicación, sus ejemplos y prácticas guiadas y la evaluación del aprendizaje del alumno. Puede implicar comunicar claramente las intenciones de las lecciones y los criterios de éxito. Las intenciones claras de aprendizaje describen las habilidades, el conocimiento, las actitudes y los valores que el alumno necesita aprender.

En este sentido, todo profesor debería saber qué desea que sus estudiantes aprendan y qué habilidades deberían desarrollar al final de la clase. La claridad del maestro es una variable multidimensional que involucra la habilidad para comunicar el aprendizaje y así maximizar la comprensión. Los resultados de los docentes claros en sus clases son un mayor rendimiento académico, motivación para el aprendizaje, comprensión de las expectativas del maestro, coherencia y conexión con experiencias previas de los estudiantes. Por lo tanto, un profesor que posee claridad en su enseñanza es más exitoso y eficaz.

Frank Fendick (1990) presenta los siguientes comportamientos que describen a los docentes con claridad en su enseñanza:

Claridad de habla

  • Habla para que todos los estudiantes puedan escucharte.
  • Habla con un lenguaje culto, pero sin un acento marcado o forzado.
  • Utiliza pocos términos vagos o imprecisos.
  • Habla con pocas frases difíciles.

Claridad de organización

  • Establece los objetivos del curso y la lección.
  • Cubre todos los temas que serán evaluados.
  • Repasa lo aprendido al final de la clase o al comienzo de la siguiente clase.
  • Repasa lo aprendido para un examen.

Claridad de explicación

  • Explica las cosas simplemente y preséntalas de forma interesante.
  • Repite y enfatiza los puntos difíciles.
  • Presenta el nuevo contenido en pequeñas dosis y relaciónalo con los contenidos previos.

Ejemplos y práctica guiada

  • Muestra a los estudiantes ejemplos de cómo hacer el trabajo de clase o la tarea.
  • Responde las preguntas de tus estudiantes.
  • Da a los estudiantes ayuda individual.
  • Da a los estudiantes suficiente tiempo para practicar.
  • Explica los puntos que no han sido respondidos bien durante el trabajo de clase, las tareas y los exámenes.
  • Proporciona normas y reglas para un desempeño satisfactorio.
  • Proporciona a los estudiantes retroalimentación o conocimiento sobre su rendimiento.
  • Enseña a un ritmo apropiado, considerando el tema y los estudiantes.

Evaluación del aprendizaje

  • Formula preguntas a los estudiantes durante su presentación.
  • Fomenta el intercambio de ideas.
  • Comprueba el trabajo de clase, la tarea y los exámenes de los estudiantes.

En la tarea docente es muy importante reflexionar y planificar lo que los estudiantes deben aprender y reconocer las evidencias de lo aprendido.  Por lo tanto, los docentes deben analizar los estándares, planear y realizar evaluaciones significativas. Las planificaciones, las evidencias de aprendizaje y las evaluaciones continuas potencian el trabajo del profesor, brindándole una intención clara sobre el éxito frente al aprendizaje. Profesores y alumnos deben saber responder las siguientes cuestiones fundamentales:

  • Cuáles son los objetivos
  • Cómo se deben lograr
  • Por qué son importantes
“En verdad, mi papel como profesor, al enseñar el contenido A o B, no es solamente esforzarme por describir con máxima claridad la sustantividad del contenido para que el alumno lo grabe. Mi papel fundamental, al hablar con claridad sobre el objeto, es incitar al alumno para que él, con los materiales que ofrezco, produzca la comprensión del objeto en lugar de recibirla íntegramente de mi”. Paulo Freire.

La literatura científica afirma que la claridad del profesor es una herramienta poderosa para lograr un aprendizaje eficaz. Cuando el estudiante conoce lo que tiene qué aprender y cómo puede hacerlo, el impacto de su aprendizaje será sorprendente.

Desafío

¿Deseas ser recordado como un buen profesor? Desafía a tus alumnos a aprender significativamente, a desarrollar la curiosidad por el conocimiento, alcanzar objetivos con determinación y valorar el aprendizaje. Pero, lo esencial es que enseñes el amor de Dios y que tus palabras sean claras e inspiradoras para que te recuerden como un profesor que los acercó a Jesús.

“En nuestras escuelas `{`…`}` necesitamos hombres que tengan un conocimiento profundo de las Escrituras, hombres que puedan enseñar estas lecciones a otros con claridad y sencillez, como Cristo enseñó a sus discípulos lo que él consideraba más esencial.” Elena de White.
Bibliografía
Educación Adventista Sudamérica

Red de instituciones educativas adventistas en Sudamérica.

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