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Escribir una nueva historia

Escribir una nueva historia

“Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (Filipenses 3:13-14, RVR 1960, versión online).

Olvidar lo que queda atrás… Proseguir a la meta… ¿Cuántas veces nos hemos visto imbuidos del entusiasmo y convicción de olvidar lo que queda atrás y avanzar? Pero frente a la primera dificultad, sucumbimos, nos desmoralizamos y creemos que todo está perdido. Sin embargo, aunque estas acciones y decisiones frecuentemente se cuelan en nuestras vidas, el proseguir a la meta es posible. ¿Cómo? Escribiendo una nueva historia; considerando que olvidar no significa que jamás tomaremos en cuenta las lecciones aprendidas en el pasado. Al contrario, podemos resignificar cada uno de los hechos que no tuvieron los resultados esperados. Ahora bien, si este pensamiento lo aplicamos a la docencia, podemos imaginar, por ejemplo, que al diseñar una clase obviamente con todos sus elementos, objetivos, acciones, retroalimentación y factores involucrados, definimos también los resultados del aprendizaje que queremos lograr en nuestros estudiantes. Sin embargo, por alguna razón, no se ven reflejados en los aprendizajes de ellos. Por lo tanto, debemos resignificar todo lo trabajado y enfocarlo de alguna otra manera que sea comprensible para el curso y así lograr las expectativas propuestas.

Al iniciar un nuevo año, tenemos la posibilidad de escribir sobre una hoja en blanco en nuestras vidas personales, sociales y laborales. Con certeza, los aprendizajes que nos dejó 2020 quedaron grabados a fuego en nuestro corazón y seguramente surgieron algunas preguntas, como las siguientes:

  • ¿Cuántas veces nos vimos enfrentados a tener que animar a algún estudiante que estaba sumido en la depresión, o aliviar el alma de nuestros amigos o de nuestra propia familia?
  • ¿Cuántas veces, antes de encender la pantalla del computador para comenzar una clase, tuvimos que pedir fuerzas a Dios porque nosotros mismos no estábamos en condiciones emocionales para facilitar el aprendizaje de nuestros estudiantes?
  • ¿Cuántas veces quisimos borrar nuestra historia para que nadie nos exija o demande algo?

Con certeza cada uno tuvo alguna respuesta al respecto. Lo importante es recordar que allí, más adelante, se encuentra la meta y aún podemos llegar a ella.

Cierta vez leí un libro llamado Corre, Nicky, corre; escrito por Jamie Buckingham, donde el protagonista, Nicky, en ese entonces un joven, solo quería escapar de su cruda y triste realidad, buscando en antros de maldad un respiro, una luz de esperanza, un camino de liberación que no podía hallar, hasta que se encontró con Jesús. Y cuando eso ocurre, nada puede volver a ser igual. Por lo tanto, gracias a ese encuentro maravilloso, este joven finalmente consiguió dejar todo su pasado atrás y avanzar a la meta, convirtiéndose en una persona de bien y, mejor aún, una persona feliz.

Yo no sé qué cosas o situaciones o incluso personas debes dejar atrás, debes olvidar o abandonar, para proseguir, para avanzar. Pero lo que sí sé es que existe el Camino, existe la Verdad y existe la Vida que nos puede inspirar y llevar a la sabiduría, el amor y las buenas obras que como docentes debemos desarrollar. Por eso, siempre es un buen día para iniciar una nueva historia

Maritza Guzmán Matamala

Facultad de Educación, Ciencias Sociales y Humanidades. Universidad de la Frontera. Chile.

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