Estrés docente

«Solo en Dios encuentro paz, mi salvación viene de él». Salmo 62:1.

En la actualidad, el estrés de los docentes es un problema en aumento. Durante 2022, con el retorno a la presencialidad en las instituciones educativas y durante 2023 la problemática del estrés ha afectado al bienestar y la salud de los profesores y el personal que trabaja en educación. Una investigación realizada en Chile demostró un aumento de licencias médicas por estrés de entre un 100% a un 350% más que en años anteriores.

Al analizar los factores que llevan al aumento del estrés, según el Ministerio de Educación de Chile (2023) se encuentran las exigencias psicológicas, la falta de apoyo social en la organización y tener que compatibilizar trabajo y familia. Otros indicadores asociados son las cargas de trabajo excesivas, falta de claridad sobre las funciones que se desempeñan, relaciones interpersonales donde el respeto y los límites se han perdido, situaciones de acoso, agresión y violencia.

Frente a este complejo panorama docente, se proponen estrategias que pueden afectar positivamente tu bienestar mental, físico y espiritual.

• Busca a Dios en primer lugar y por sobre todo (Mateo 6:33). Frente al agotamiento y el cansancio, pensamientos negativos y preocupación, puedes caer de rodillas, derramar tu alma ante Dios y entregarle en oración todas tus cargas a él. Cristo quiere llevar tus pesares y darte descanso.
• No te conformes a las prácticas del mundo (Romanos 12:2). No participes de chismes y conversaciones en donde se descalifican a colegas, superiores o estudiantes. Estas prácticas cronifican las dinámicas disfuncionales en el trabajo.
• Establece límites para tu descanso. Las horas de sueño y reparación de los tejidos musculares y neuronales son fundamentales. Por lo tanto, apaga tu teléfono temprano o, al menos no respondas mensajes de trabajo durante las noches o fines de semana.
• Comienza ahora a cuidarte. Ejercicio, salidas, desconexión tecnológica, masajes, descanso temprano, música inspiradora, domingo sin corrección de evaluaciones, elige la más fácil de aplicar y comienza a practicar el cuidado personal esta misma semana.

Por último, para todos aquellos que han hecho de la enseñanza su labor y que deciden entregar sus corazones y sus trabajos a Cristo, compartimos nuestro útimo consejo para este año escolar que termina:

«Amados maestros, cuando consideréis vuestra necesidad de fuerza y dirección, necesidad que ninguna fuente humana puede suplir, os ruego que penséis en las promesas de Aquel que es un maravilloso Consejero… ‘Clama a mí, y yo te responderé’. ‘Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos (Jeremías. 33:3; Sal. 32.8). -La educación, p. 273.