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Lo poco se hace mucho

Lo poco se hace mucho

Vivimos en una sociedad consumista. Nos bombardean con ofertas, descuentos, compras al contado, a crédito, etc. Ya sea en la vía pública, por la televisión o incluso por Whatsapp y otras redes sociales, constantemente estamos recibiendo promociones de todo tipo. Esta saturación comercial nos invita a comprar y a vender. Muchas personas se acostumbraron a comprar más de lo que necesitan. Algunos lo hacen solamente para obtener cierto estatus y aparentar que tienen todo y más.

En ocasiones, nos endeudamos para obtener productos y servicios. Y en el afán de querer un teléfono o un automóvil más nuevo, recurrimos al pago a crédito. Cuando terminamos de pagarlo, el artículo es obsoleto. Entonces decidimos continuar en ese círculo vicioso del pago a crédito.

Para evitar caer en el vicio de las compras a crédito y las deudas podríamos empezar un pequeño ahorro entre los miembros de la familia. De este modo, todos podrían ayudar a la economía del hogar. Este hábito es uno de los menos practicados en la actualidad. Sin embargo, considero fundamental el desarrollo del mismo desde la niñez.

 

Cómo enseñar a los más pequeños a usar bien el dinero

Enséñese a cada joven y a cada niño no solamente a resolver problemas imaginarios, sino a mantener una cuenta exacta de sus propias entradas y salidas. Enséñeseles el uso correcto del dinero dándoles la oportunidad de utilizarlo. Sea que lo suplan los padres o que lo adquieran por sus propias ganancias, que los niños y niñas aprendan a elegir y comprar su propia ropa, sus libros y otros artículos necesarios; y al llevar la cuenta de sus gastos, aprenderán el valor y el empleo del dinero, como no podrían aprenderlo en otra forma. (Elena de White, Conducción del niño. Leer online la cita en su contexto).

Cuando los niños son aún muy tiernos, se les debe enseñar a leer, a escribir, a comprender los números, y a llevar sus propias cuentas. Pueden avanzar paso a paso en este conocimiento. (White, Consejos para los maestros, padres y alumnos. Leer online la cita en su contexto).

Enseñad a los niños a llevar cuentas. Esto los capacitará para ser exactos. El niño gastador será el hombre gastador. La niña vanidosa, egoísta y preocupada de sí misma será la misma clase de mujer. Debemos recordar que hay otros jóvenes de quienes somos responsables. Si enseñamos a nuestros hijos a corregir sus hábitos, mediante ellos podremos influir en otros. (White, Carta 11, 1888. Leer online la cita en su contexto).

Teniendo en cuenta los consejos mencionados podemos decir que el uso adecuado del dinero es primordial. Hemos visto que no solo corresponde a los adultos, sino que también los niños deben desarrollar prácticas de ahorro y correcto empleo del dinero.

Se puede incentivar a los pequeños obsequiándoles una alcancía para que allí guarden sus moneditas. Luego, podrán decidir en qué gastarán sus ahorros. Si un niño puede hacer ese pequeño esfuerzo, lo que compre con sus propios ahorros tendrá mucho más valor. Por ejemplo, verá el resultado de privarse, quizá, de alguna golosina para obtener otras cosas más valiosas.

Como todo hábito, el ahorro requiere tiempo, dedicación, esfuerzo y paciencia. Este tipo de conducta traerá grandes bendiciones para toda la familia.

 

Perla Carrera

Educación Adventista Sudamérica

Red de instituciones educativas adventistas en Sudamérica.

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