Arriba
Educación Adventista > Docentes  > Atención con los jóvenes II: autolesiones

Atención con los jóvenes II: autolesiones

“Cuida tu mente más que nada en el mundo, porque ella es fuente de vida” Proverbios 4:23, versión Dios Habla Hoy.

Algunos conceptos y datos

  •  Los estudios clínicos y poblacionales señalan que la edad mínima de aparición de conductas autodestructivas es entre los 10 y 15 años.
  • Del 30 a 40% de los adolescentes que requieren hospitalización psiquiátrica es porque han manifestado alguna conducta autolesiva.
  • Las mujeres usualmente se cortan superficialmente los antebrazos, mientras que los hombres optan por golpearse o quemarse las extremidades.
  • Los síntomas depresivos predisponen y profundizan las conductas autolesivas.

En jóvenes con conductas autolesivas se aprecia mayor psicopatología alimentaria y consumo de alcohol.
Detrás de una conducta autolesiva existen varias interrogantes. A continuación, se plantean algunas preguntas y posibles respuestas para entender a los jóvenes con esta problemática y luego ir en ayuda de ellos de la mejor manera.

Preguntas y posibles respuestas

1. ¿Dónde se origina el sufrimiento que lleva a un joven a infringirse daño? Las conductas autolesivas pueden ser provocadas por crisis familiares, cuestionamientos sobre la autoestima, abusos y crisis de identidad. Es importante analizar qué clase de vinculación tiene el adolescente con sus padres, porque quizás no ha aprendido una mejor forma de expresar sus emociones.
2. ¿Cuáles son los desafíos de la adolescencia que pueden generar frustración o descontento? Búsqueda de identidad, adopción de un sistema de metas, valores y creencias (cosmovisión), toma de decisiones en medio de la exposición a conductas de riesgo, seguridad y confianza en uno mismo e integración social, relación con los padres y cuestionamiento de la autoridad.
3. ¿Cómo puede ayudar la familia en la prevención de conductas autolesivas? A través del apoyo familiar, demostrado en relaciones estables de respeto y cariño entre los padres y hacia sus hijos, y la capacidad de estar disponibles emocionalmente ante sus necesidades.
4. ¿Cómo ayudar a un joven que se autolesiona? Escuchar activamente y no recriminar, informar a los padres y comprometer su apoyo en la recuperación, facilitar el encuentro de la familia con el equipo psicosocial del colegio, centros de salud familiar o programas especializados, ofrecer apoyo espiritual con una mirada esperanzadora a través del amor de Cristo hacia la persona.

La esperanza, la comprensión y el saber de un Dios que ama profundamente a cada persona a través de Cristo Jesús puede ser un bálsamo ante un problema que parezca sin salida. La invitación es a que lleves este bálsamo a quien lo necesite a tu alrededor. Dios te bendiga en esta tarea.

Marcos Gatica

Psicólogo - Orientación bíblica.

No hay comentarios
Agregar comentario
Nombre
Email*
Website