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Cuidemos nuestra familia: la estabilidad

“Él hará que los padres se reconcilien con sus hijos y los hijos con sus padres, y así no vendré a herir la tierra con destrucción total” (Malaquías 4:6)

En la actualidad, tener un hogar estable ya podría considerarse un privilegio y algo raro de encontrar en nuestra sociedad. La estabilidad en el hogar, donde los padres se aman y no hay comentarios de separación, donde ambos tienen un mismo criterio para tratar con los niños, parece ser una tarea difícil para muchos hoy en día. Sin embargo, vale la pena el trabajo cuando se considera su repercusión para bien o para mal en el desarrollo de los niños en todas las áreas, incluyendo la académica.

El informe de la fundación The Family Watch (2009) que agrupa la revisión de 115 estudios concluye, entre otras cosas, que las familias estables presentan hijos con mejores resultados académicos, menos conductas de riesgo adolescente y menos presencia de violencia intrafamiliar.

En otras investigaciones, Lastre, K. et al. (2018) señalan que “Se determinó una relación estadísticamente significativa entre el nivel de rendimiento y apoyo familiar; esto indica que aquellos padres que acompañan, retroalimentan y están pendientes de la vida escolar, sus hijos muestran mejores niveles de desempeño escolar”. Mientras que Alma Vallejo y Teresa Mazadiego (2020) concluyen que los padres que establecen estándares claros de conducta y atienden a su vez a las necesidades de sus hijos tienen niños competentes social y académicamente, con buena autoestima y buen rendimiento académico.

Tomando en cuenta lo importante de la estabilidad y apoyo familiar, a continuación aparecen criterios a tomar en cuenta para su mejora.

Bases para la estabilidad y buena relación familiar

  • Establecer claridad sobre los roles que desempeña cada miembro de la familia.
  • Unificar criterios entre ambos padres en cuando a los valores que serán parte de la formación de los hijos.
  • Lograr un buen conocimiento de los hijos y mostrar interés sobre todas las áreas de su desarrollo (física, mental, espiritual, educativa, social).
  • Mantener códigos claros de comportamiento (reglas y limites) y validarse mutuamente entre los padres frente a los hijos en situaciones disciplinarias.

Una mirada bíblica de la familia

  • Dios es el diseñador y fundador de la familia para los seres humanos (Génesis 1:26 al 28; 2:24).
  • Dios ha establecido roles específicos para el padre, la madre y los hijos en la familia (Génesis 18:19; proverbios 31:10 al 31; Efesios 6:1 al 4).
  • Dios conoce los defectos de cada uno y quiere mejorar y restaurar las relaciones familiares (2 Corintios 5:16 al 19).
  • Cuando pones en las manos de Dios todo lo que haces, tus planes se cumplirán (Proverbios 16:3).

El paso de cada niño y joven por la educación primaria y secundaria es muy relevante para su vida presente y futura, y parte de su éxito en esta etapa está influida por el apoyo y respaldo que recibe de sus padres y familia en general. El desafío es, con la gracia y ayuda de Dios, dar una estabilidad y base sólida a cada hogar, para que los niños y jóvenes alcancen éxito en todo lo que emprendan.

Dios te bendiga en esta gran labor.

Marcos Gatica

Psicólogo - Orientación bíblica.

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