Vive la misión
“Así que, hermanos míos amados, estén firmes y constantes, abundando siempre en la obra del Señor, sabiendo que su arduo trabajo en el Señor no es en vano” (1 Corintios 15:58, Reina-Valera 2015 online)
En los inicios de la Educación Adventista quedó marcado el año 1867, cuando Goodloe H. Bell fundó una escuela particular para los niños adventistas en Battle Creek, Whashinton, Estados Unidos. Sus primeros estudiantes fueron los hijos de algunas familias pioneras en ese lugar. En la actualidad, la Educación Adventista está presente en 165 países, con más de 9.000 instituciones educativas en los niveles inicial, primario, secundario y superior/universitario.
La formación en valores y principios bíblico cristianos y el compartir el mensaje de salvación y esperanza en Cristo Jesús es parte de la misión de nuestras instituciones educativas, y cada miembro de la comunidad educativa mundial, ya sean profesores, asistentes de educación, estudiantes, padres o apoderados, estamos llamados a ser parte de este desafío.
Un campo misionero a tu alcance
Muchos cristianos anhelan salir como misioneros, muy lejos de su ciudad o lugar de origen, para hablar a otros de Jesús. Otros no saben con certeza cuál es su don o cómo compartir su esperanza. Si estudias o trabajas en una institución educativa adventista, no necesitas ir más lejos: este lugar puede ser tu campo misionero y todos los días tendrás oportunidades para llevar a cabo tu misión. Aquí comparto algunas ideas.
Algunas ideas
- Elena de White señala: “El Salvador trataba con los hombres como quien deseaba hacerles bien. Les mostraba simpatía, atendía sus necesidades y se ganaba su confianza” (El ministerio de curación, versión online). Si quieres vivir la misión en tu colegio, puedes ser un ayudador de los demás. Puedes ser amable e interesarte por las necesidades de tus compañeros o colegas de trabajo.
- Si en tu colegio está permitido el uso de dispositivos móviles, utiliza tus redes sociales para compartir esperanza, puedes invitar a otros a programas de tu iglesia, Club de Conquistadores, reuniones de grupos pequeños o amigos.
- Utiliza la biblioteca como un lugar de encuentro. Puedes tener una conversación amena, orar en algunos momentos y compartir o leer juntos un estudio bíblico, algún libro cristiano de tu interés o de interés para tu amigo o amiga que lo necesita.
- Elena de White aconseja: “Las publicaciones han de multiplicarse y esparcirse como las hojas de otoño. Los silenciosos mensajeros están iluminando y modelando las mentes de miles de personas…” (El colportor evangélico, versión online). Otra manera de compartir esperanza es a través de los libros misioneros, obsequiar Biblias, revistas educativas para niños (como la revista Mis Amigos) o material impreso. Consulta con el director de tu institución educativa.
Sin duda, hay muchas otras formas de vivir la misión en tu institución educativa. Puedes pedir ayuda al capellán u organizarte con tus pares para hacerlo. El fin de este artículo es motivarte e impulsarte para poner manos a la obra junto a Jesús. Y si quieres compartir otras ideas, escríbelas en los comentarios aquí abajo. ¡Dios te bendiga!
No hay comentarios